El nuevo “dólar agro”, a $ 300 por unidad, no termina de convencer al sector productivo, que sigue observando que se trata de una medida con la que el Estado intenta captar más dólares, pero con un beneficio acotado para los agroexportadores. Puntualmente, el Ministerio de Economía ha denominado “Programa de incremento exportador” a la tercera edición del dólar diferencial que, en el caso de las economías regionales funcionará desde hoy hasta el 30 de agosto. Hasta el próximo viernes se incorporarán una a una a las economías regionales que cumplan con las tres condiciones para acceder al programa: participar del programa de precios, mantener empleo y garantizar volumen y abastecimiento de los productos que se comprometen en el programa de precios. Según el consultor Arquímedes Carrizo, el “dólar Massa” es un parche que mejorará sólo los ingresos de aquellos sectores que puedan entrar al plan, ya que condiciona a las economías regionales a que sus ventas internas estén dentro del marco de los acuerdos de precios.
¿Por qué es un parche? “Es como tomar una aspirina y estar con una fuerte infección. El dólar de $ 300 es un 60% del valor del dólar soja, en su primera versión. O sea que hay un atrasado en relación a ese valor. Es menor al dólar soja que hubo el año pasado. Y para el caso de las economías regionales, estimo que el dólar de $ 300 será desde abril hasta agosto y con una inflación del 7% promedio mensual, en términos reales, irá cayendo”, analiza en una charla con LA GACETA. “Es una aspirina que bajará algo la fiebre, pero los temas de fondo, especialmente para aquellas economías que tienen problemas adicionales, ya sea de mercado o climáticas, la situación será complicada”, remarca.
Claves de la semana económica: el Gobierno necesita pasar el invierno, sin que el otoño se lleve los dólaresEn el caso de granos, es hoy prácticamente similar a la que padeció el año pasado el citrus. “Los limones venían con cuatro años de caída de precios. Además del atraso cambiario, tuvo el problema de la caía de los precios internacionales. Por eso esa bomba estalló el año pasado. Para las empresas que no tenían reservas fue letal, particularmente para las PyME, este año el efecto de caída de ingresos del sector cereales y oleaginosas, no es porque caen los precios, sino la sequía. Cae volumen y además ingresos. Y si a eso le sumas el atraso cambiario, la situación del sector cereal será complicada, especialmente en las economías regionales, que tienen un costo más altos de colocar producciones en el puerto”, evalúa el director de Arquímedes Carrizo & Asociados. Como ejemplo, señaló que, mientras en 2004, el costo de traslado era cercano a los U$S 70 por tonelada, una década después se disparó a casi U$S 200 y hasta ahora no ha dejado de subir.
Atraso cambiario
El consultor puntualiza que las herramientas favoritas del Estado nacional han sido el atraso cambiario (que se ha convertido en un impuesto no oficializado por el Congreso), las retenciones y la política fiscal, que modifican los precios relativos de la economía e importantes transferencias de ingresos entre distintos sectores de la sociedad. Mientras se extienda el programa lanzado por el Palacio de Hacienda, es probable que en el camino, las producciones regionales pierdan clientes y mercado. “Por eso sostengo que el impacto del dólar agro será muy reducido, porque el daño continuará. Estas medidas, en consecuencia, quitan competitividad a las economías regionales”, fundamenta.
En un balance general, Carrizo puntualiza que el sector limonero no podrá solucionar sus problemas de fondo, porque hay nuevos actores en el mercado internacional y, frente a tanta competencia y diferencias de costos de traslado, el precio externo tiende a bajar. En el caso de los granos, vaticina que tendrá los mismos problemas que se observan en la zona núcleo de la Argentina, agravado por los altos costos de colocar la producción en los puertos. Respecto del sector azucarero, Carrizo indica que vino zafando a este escenario crítico, pero este año se proyecta que caerán, con fuerza, las exportaciones y, además, algunos jugadores de la actividad creen que no se cumplirá, totalmente, la entrega de los cupos de alcohol para bioetanol. “Mi impresión es que se intentará cubrir gran parte de esos cupos con el alcohol de melaza, en un escenario de precios bajos”, subraya.
Carrizo sostiene que el Gobierno nacional usa las economías regionales para subsidiar a los consumidores de todo el país y que, con esa política, impacte menos en el Índice de Precios al Consumidor, por la cuestión del atraso cambiario”. “Es un modelo que sólo le permite ganar tiempo. Van a tratar de sostenerlo para evitar una devaluación brusca. El FMI sabe eso y no quiere más líos con la Argentina. Pero, en realidad, lo que el Gobierno debería hacer es brindar reglas de juego claras y adecuadas para que las economías regionales produzcan e inviertan”, finaliza.